Para ponertelo sencillo, no, la madera inmunizada no es tóxica. Los tratamientos modernos están regulados y son seguros para el uso humano y ambiental, siempre que se empleen adecuadamente según su tipo y propósito.
Este mito proviene de tratamientos antiguos que usaban compuestos ahora prohibidos. Hoy en día, los preservantes utilizados han evolucionado, y los más comunes —como los basados en sales de cobre— han demostrado ser eficaces y seguros para proyectos de construcción, jardinería, mobiliario y más.
En décadas pasadas, algunos tratamientos incluían arseniato de cobre cromatado (CCA), lo que generó preocupación por la salud. Sin embargo, este producto ha sido reemplazado en muchos países por alternativas más amigables con el medio ambiente y sin riesgos significativos para el usuario.
Actualmente, la mayoría de la madera inmunizada utiliza preservantes como el cobre alcalino cuaternario (ACQ) o el cobre azol (CA), los cuales están aprobados por entidades internacionales y son utilizados con total normalidad en hogares, escuelas y espacios públicos.
Aunque no es tóxica, hay buenas prácticas que debes seguir:
Elegir madera inmunizada sigue siendo una de las decisiones más inteligentes para proteger tus construcciones. Entre sus principales ventajas:
La madera inmunizada no solo no es tóxica, sino que es una solución segura, regulada y altamente eficaz para proyectos que necesitan resistencia y longevidad. Informarse bien es clave para tomar decisiones inteligentes en construcción y diseño. Que los mitos no te frenen: elige madera inmunizada con confianza.
Podemos ayudarte a hacerlo realidad. Nuestro equipo está listo para asesorarte en cada paso del camino.